domingo, 18 de diciembre de 2016

¡El Mega Holograma!



Amanece con gran brillo y concluyo, -por fin-, que no hay que salir de Matrix para ser feliz: Es necesario, en cambio, transformarla en un Paraíso en ésta dimensión.

Algunos puntos importantes para recordar:

  1. Cada uno crea su Holograma con sus pensamientos, creencias, ilusiones y emociones.
  2. Temporalmente, vive dentro de su holograma luchando o disfrutando; lo que prefiera. Allí fabrica su imagen de víctima o triunfador. Eso esta claro.
  3. Ese holograma personal, creado conscientemente y para nuestra propia experiencia y desarrollo se intersecta con los hologramas de nuestros congéneres para constituir el Gran Holograma de esta Humanidad. Ese mega escenario constituye la llamada Realidad... Y es responsabilidad de todos y cada uno. Es la sumatoria de los hologramas individuales y no muestra nada diferente de lo que en el fondo albergan nuestros corazones.  
Cada uno crea su  experiencia por lo que el primer paso para la iluminación, es responsabilizarse de su propia existencia. Asumir el control y las consecuencias sin culpar al destino, a circunstancias externas, ni a nadie más.

Ahora, nuestro holograma probablemente, está teñido por el miedo y la incertidumbre, pues nos controla el Ego, que vive temeroso de desaparecer, pues se sabe efímero.
Pero podemos cambiar ese paisaje. Y volverlo nuestro paraíso si queremos.

¡Está a nuestro alcance hacerlo! Es nuestra opción.

Somos los creadores. Somos una partícula - ni siquiera la menor posible, porque hay muchas más pequeñas- del gran Ente Todopoderoso. De la Conciencia Universal Eterna.
Así que si vemos en nuestra realidad conjunta cosas que no nos gustan,  revisemos nuestro corazón y nuestros pensamientos,  porque con seguridad ese asunto esta también dentro de nosotros.  Puede que no nos guste, pero el hecho es que hemos permitido que anide en nosotros y por lo tanto, se manifieste en la película conjunta.

De manera que no somos unos santos inocentes viviendo en un mundo de maldad. El es el resultado de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos.

Lo bueno es que como somos partícipes de esta realidad, podamos cambiarla si queremos pasarla mejor en ella. Por ejemplo: La corrupción, la violencia y el egoismo que nos molestan tanto en el mundo moderno, existe porque está en la interseccion de todos nuestros mini hologramas. ¡Es parte de nosotros! No hay a quién quejarse.

¡Ahí viene la nueva e importantísima labor de tomar responsabilidad de lo que hay en nuestras vidas, incluyendo lo que se muestra en el panorama mundial.

¡Esa era la solución del mega- puzzle!

En nosotros esta todo el potencial de hacer bello el Gran Holograma.

Pensemos entonces: ¿Cómo queremos que sea?  Y una vez decidido, ¡Hagámoslo!
Somos uno.  Pensemos en conjunto. Vivamos ese mundo perfecto que añoramos

Parece hasta fácil.  Saquémonos el miedo que nos ha metido el ego: Miedo de morir.  Miedo de enfermar.  Miedo de estar solos.  Miedo de fracasar.  Miedo no tener lo necesario para sobrevivir.

¡Nada va a pasar si nos relajamos y confiamos en la vida!  Ella es el ejercicio gozoso de nuestra conciencia.  Experimentamos las dimensiones por toda la eternidad, para divertirnos y sentirnos bien. No para lo contrario.

¡No tengamos miedo a la vida! Es triste que al envejecer vemos hacia atrás a cuántas cosas temimos y nos afectaron... Que en realidad, ni siquiera sucedieron nunca. Fueron miedos, nada más.

Así que transformemos nuestro holograma individual.  Debería ser fácil:
  • Pensando bien de todos. -pues son nuestros hermanos-. 
  • Esperando sólo lo bueno de cada día, en lugar de presentir tantos reveses posibles. 
  • Confiando en la vida. 
  • Hablando bien de toda situación y de todas las personas.
  • Amando de manera práctica y eficiente nuestro planeta
¡Seamos felices!  Para eso hemos nacido.  En otras dimensiones lo hacemos así,  como dice Emilio Carrillo cuando habla de nuestro ser multidimensional.

Entonces aquí en la Tierra, ¿Por que no hacemos otro tanto?  No nos enredemos: Seamos quienes somos... Una chispa del Gran Fuego...  Y ¡Ya!

Tomémolo en serio, como la tarea más fundamental de la vida: Abordemos detalle a detalle nuestra reacción a los semejantes y al devenir... Y ensamblemos el escenario que quisieramos disfrutar. Démosle espacio a la creatividad, pues somos creadores.

Confiemos en nosotros, que al fin y al cabo somos los Hijos de Dios. Hagamos un mundo amable y abundante para todos nuestros semejantes. Todos tenemos derecho a lo que queramos realizar...

¡Seamos felices!